jueves, 2 de febrero de 2012

A una horrible tarde

De nuevo un puñal en el corazón,
de nuevo un dia horripilante,
de nuevo el desconcierto de la sinrazón
de nuevo todo se cae de sus estantes.

Hay que volver a ordenarlo.
Hay que tranquilizarse.
Nadie deja de aconsejarlo,
no pueden parar de liarte.

Tarde de caos y desorden
nada te puede restaurar
la unica salida es
ir a tu esquina y llorar.

Y si ni eso consigues
es tu miserable fin
ya no puedes desahogarte
autoenjaulandote en ti.

Es el fruto de la represión,
de no haberte expresado.
Nunca volvera la emoción
de saber que te has liberado.

La lágrima que no soltaste,
nunca ya la soltarás.
Por culpa de tu orgullo
ya no lloraras jamás.

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